Alquiler venta renting Ferrari 488 GTB
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El 488 GTB marca el regreso al diseño clásico de Ferrari, en su modelo 488, indica el desplazamiento único del motor, mientras que el GTB significa Gran Turismo Berlinetta. El nuevo coche no sólo ofrece un rendimiento sin igual, sino que también hace que la potencia extrema explotable, y controlable, esté a un nivel sin precedentes, incluso para los menos expertos conductores.
Un motor y una aerodinámica excepcionalmente sofisticados combinados con los controles dinámicos del vehículo, mejoran radicalmente la capacidad de respuesta.
Para lograr este resultado, Ferrari se basó en su experiencia en F1 y en carreras de GT, en la que el 458 tiene el título WEC y ha ganado en su categoría en dos ediciones de las 24 Horas de Le Mans.
El nuevo modelo también se aprovecha al máximo de los resultados obtenidos por los ingenieros de Ferrari en la última década a través del programa XX que hace coches de competición extrema estén disponibles para conductores no de competición.
Ferrari 488 GTB – o Gran Turismo Berlinetta – es el último capítulo de una historia de amor que comenzó hace 40 años, cuando Ferrari presentó su primer biplaza V8 con motor central.
El 458 Italia fue reconocido como el mejor Ferrari desde hace décadas. ¿Cómo se mejora una obra maestra?
Esta no es la única preocupación de Ferrari. Su presidente Luca di Montezemolo fue expulsado el pasado otoño por Sergio Marchionne, jefe de la compañía Ferrari.
Esto va a la esencia de lo que Ferrari es y debe ser.
Ya se habla de aumentar la producción anual de un total tope de 7.000 a 10.000 y un relanzamiento con un nuevo modelo V6.
Cuando el 488 se dio a conocer en el Salón de Ginebra de este año hasta el más amante del estilo Ferrari vió el diseño.
No se puede negar que el equipo hace cosas inteligentes con la aerodinámica. Biancalana y sus colegas han canalizado los alerones traseros de carga aerodinámica, empujando la turbulencia por la parte trasera del cuerpo donde no pueda crear fricción. También aspira el coche la carretera con zonas de baja presión en la parte delantera y hay un alerón trasero móvil, bajo la parte trasera, lo que reduce la resistencia a la velocidad en línea recta. El problema es que, por muy bonito que se ve, la 488 no es tan magnífico como el coche al que sustituye, el 458.
Luego está el motor turbo. En el fondo se trata de la misma aleación de todos, de cuatro levas, de 3.9 litros, V8-plano liso del cigüeñal que se utiliza en el California T, con un nuevo extremo inferior, pistones y las cabezas de cilindro y levas revisados. Es enorme, debido a las extensiones largas de entrada y turbos IHI de ambos lados.
La caja de cambios es la misma de siete velocidades, unidad de doble embrague como los de 458, mientras que un diferencial de deslizamiento limitado controlado electrónicamente varía el par a cada rueda trasera según ángulos de giro y deslizamiento.
La puerta también se encargan los especialistas en aerodinámica, la palanca se modula como una cuchara desechable de una tina de helado. Te subes y te encuentras con un salpicadero expandido bajo la consola central.
Hay un gran cuentarrevoluciones en una bitácora flanqueado por las pantallas auxiliares para todo, desde la temperatura del aceite y el agua, a los tiempos de vuelta. La pantalla de navegación vía satélite es muy pequeña.
No hay tallos de la columna de dirección, sólo paletas de cambio de velocidad. Todo lo demás está en el volante.
El pasajero también tiene una visualización para que puedan ser impactados por la fuerza de la velocidad. Los asientos están fuertemente reforzados.
Las vistas traseras son mínimas y por los espejos pasan conductos de refrigeración del motor.
La mayor parte de los controles están situados en el volante.
A muy bajas revoluciones es tranquilo, mientras que a velocidades medias, donde la mayoría de los propietarios harán la mayor parte de su conducción, tiene una nota serena como una fiera aguardando el momento.
El comportamiento del motor en las marchas cortas es cuidadoso mediante la restricción de torque para garantizar el carácter de un V8 de aspiración natural. Esto funciona en la pista, en la que el acelerador es en su mayoría totalmente abierto, pero en carretera hay una conocida familiaridad en su respuesta.
La impresión principal es de explosión de energía.
En pruebas de Fiorano de Ferrari en pista se sentía aún más increíblemente rápido, lo cual es inusual ya que los coches normalmente se sienten más lentos en un circuito. La caja de cambios es exactamente lo que necesita en estas circunstancias, rápido pero no inquietante si no se selecciona el modo de carrera. Los tres primeros engranajes están estrechamente apilados.
La dirección hidráulica, una versión instalada ya en el 458, es brillantemente intuitiao, con una solidez agradable. El GTB 488 se convierte en aritas instintivamente y con precisión, y los sistemas funcionan fantásticamente bien para controlar las diapositivas inevitables cuando se pisa a fondo el acelerador en la salida.
Si se tiene en cuenta que el coche está alterando constantemente su aerodinámica, amortiguación, prestación, tracción y torsión del motor, es una cantidad enorme de trabajo de calibración.
Gran chasis, gran dirección, enormes cantidades de energía, el GTB Ferrari 488 es en casi todos los sentidos un superdeportivo fenomenal.
Estará mal juzgado por la historia, sin embargo, simplemente porque sus cualidades auditivas carecen de la estridencia pura del 458.
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